miércoles, 3 de enero de 2018

lucia

En la ira incomprensible de quien quiere controlar el mundo Lucia se sentó en el cafe a pensar, el la habia dejado dos cuadras atras con el argumento de que creia que no podia darle lo que ella queria, pero ni siquiera lucia sabia lo que queria ¿ Como podria saberlo el? con que derecho se sentia ése hombre que tan poco goce le habia dado en saber mas que ella sobre si misma. No le dolió el hecho que la dejara, ni tampoco su argumento, lo que más le dolio fue no saber explicarle qué era lo que queria con el, ni con ella, ni con la vida, nada . Lo que habia estado haciendo lo habia estado eligiendo simplemente, con la inercia del ritmo vertiginoso de la ciudad, se lanzo a una facultad, a la calle, a los colectivos, a los subtes, para que estos la devoraran por completo, ahogada agobiada se dio cuenta de lo que nadie se quiere dar cuenta nunca Lucía no sabia, no sabia porque se habia metido a ese cafe si quiera, no tomaba cafe, ni té, no tenia hambre, no tenia sed, no sabia que hacia ahi, en el momento que cruzo la puerta estaba pensando en otra cosa se despertó de su obnubilacion cuando veia al mozo acercandose hacia ella, fue la primer persona que miro a los ojos con esos ojos nuevos que ahora se abrieron diferente despues de ese descubrimiento de que no sabia nada, ése mozo no supo jamas que habia nacido una persona nueva en ese lugar y él habia sido el primer ser en contemplarla. La lucía antigua, se hubiese quedado sentada alli por respeto, por que se habia sentado en una mesa en un cafe y lo que le sigue a eso es ordenar algo, aunque no tenga ganas de ingerir nada. Era lo que se debia hacer, la vieja lucia no hubiera improvisado una salida rapida, una profunda mirada en silencio  y sin sentido, no hubiera soportado desconcertar a alguien, porque no hubiera soportado la carga de desconcertarse a ella misma tampoco.
Salió del bar, como una loca ante los ojos de los demas camino por las calles de la ciudad sin destino alguno, observo a las personas, los edificios, el caos, el contraste en las vidas. lo mas doloroso de observar fue darse cuenta que nada le dolia, ninguna injusticia le parecia lo suficientemente mala como para hacerla sufrir, no le daba culpa que la ciudad se haga tragado todo el verde y solo haya dejado un pedazito de tierra llamado plaza, tampoco le daba culpa ni le dolia que se la haya tragado a ella.
Una persona tan fria  y sin emociones fuertes como ella solo podria haber sobrevivido en ese mundo haciendo las cosas porque se deben hacer de determinada manera  y se deben hacer bien, el control era la base de su fuerza interior.
Vamos a empezar por el primer hombre que habia logrado hacer que lucia se desvista.
Ella tenia 15 años iba al colegio y se lo cruzaba por los pasillos, él 18, todo un galan, le clavaba la mirada cuando podía, claramente lucia agachaba la cabeza avergonzada. Sus amigas notaban más lo que ese chico gustaba de ella que ella misma, como siempre habia sido, lucia, no sabia nada de lo que pasaba a su alrededor, se limitaba a hacer su tarea, a escuchar en clase, comer en los recreos y escuchar las historias de los demás, ella nunca sentia tener una para contar, pensaba que el mundo cotidiano no era interesante para reproducirlo entre charlas de amigas. en su tiempo libre miraba peliculas y le gustaba pintar. La pasión de lucia era copiar imagenes a la perfeccion, cuanto más parecido a la foto real era más se extasiaba, estaba semanas reproduciendo un cuadro, con el tiempo se habia perfeccionado tanto que no podias diferenciar el real de la copia, los padres de lucia cada vez que veian la obra terminaba expresaban con entusiasmo su orgullo, pero ella nunca estaba conforme, veia todos los detalles que se le escapaban, pero eso no la abrumaba, se proponia hacer el proximo mejor, los padres de lucia ayudaban su talento iba a clases de pintura, sabia variedad de tecnicas, oleo, carbonilla, acrilico, utilizaba todos los recursos necesarios para que su obra se vuelva una maestra copia de otra. Su segunda pasion el cine, fue la que quizás pudo hacer sentir a lucia sentimientos más que cualquier otra cosa en esa época, fué una pelicula en particular la que le hizo sentir el deseo de sentir otro cuerpo cerca, despertó una curiosidad sexual en ella, pero no del tipo de enamoramiento, ganas de sentir amor por otra persona, solo llegar a la exitacion, la pelicula era drasticamente simple, solo que con escenas de sexo bastante fuertes, sintio un dolor en su vagina y supo que eso era deseo, inmediatamente pensó que necesitaba a un hombre, como en la pelicula para poder calmar con el, en su imaginación no entraba la posibilidad de poder tocarse, creia que era muy chica, solo podria sucumbir hacia una tentacion mayor alguien que la llevara tan al limite que no pueda decir que no un otro, sobre el cual no tenga el control que tenia sobre ella. Inmediatamente cerro los ojos y se imagino la situación, pero le puso un rostro real y posible, era ese chico al que le habia estado esquivando la mirada. del que nunca sintio como su mirada le quemaba el cuello o cuando le pasaba cerca, le movia el cabello con su respiracion, con su imaginacion vivida vio su rostro sobre el de ella, con sus ojos cerrados toco su cuerpo con sus manos como si fueran de el, se acario los senos abao de la remera se abrazo la cintura, respiro profunda  y agitadamente, cuando sus manos querian llegar a su pelvis se detuvo. Ese día, se dijo, ''Yo, necesito ese chico"
Nada detenia a lucia cuando se proponia algo, el problema en lucia era generarle un querer. no era del tipo sumisa y sin armas en la vida, tenia el arma mas fuerte que era la seguridad.
Ahi estaba, al otro dia del descubrimiento de su deseo en frente de ese chico, su imaginacion no habia fallado, podia contemplar su belleza, que era basta como para que a lucia le agrade, pero esa no era su motivacion, sino lo que iba a hacer con el, era un buen motivo para sacarse hasta la ultima prenda con alguien en la misma habitacion. El volvio a sentirse un niño cuando lucia, por primera vez le sostuvo la mirada en ese pasillo, mientras el caminaba hacia ella riendose con sus amigos como una manada de leones adolescentes en el hauje de su hombria mirando chicas, saludando empujandose, lucia a unos metros le clavaba la mirada por primera vez, borrandole la sonrrisa de la cara y alentando su paso, desconectandose de la manada mentalmente centradose en esa niña que ya no queria ser tan niña, ella, sin dejar de mirar sus ojos se cruzo de brazos y se apoyo en la pared con un hombro y cruzando una pierna sobre la otra, astuta lucia, encontro el momento y el lugar indicado, los jovenes subieron por la escalera y no se dieron cuenta que se habia separados de ellos jeronimo acercandose a la mirada de la inerte lucia. -Hola, Lucia te llamas no? pregunto disimulando malisimamente todo lo que sabia de ella, Lucia se río y contesto por cortesia -Si y vos? - Jeronimo Pretto -Queria preguntarte si tenias ganas de acompañarme al centro a comprar unas pinturas que necesito y tomar un helado o algo parecido. En el estupor Jeronimo se queda en silencio contemplandola, no es que lucia haya sido una persona extremadamente bonita e inalcanzable para él, solo que lo abrumaba el hecho de haber querido jugar un juego de seduccion con una niña que le gustaba y la cual creia era vergonzosa y sumisa, no podria nunca haberse imaginado semejante propuesta y empezo a arrepentirse, ya que considero despues de tantas miradas que quizás, era una niña para el. Pero él, que se movia inevitablemente por puro sentimientos básicos, no podia dejar de imaginarse el goce de desvirgar esa niña, le generaba un profundo deseo ya que lo habia hecho en otras ocaciones, no era con las que mejor se las habia pasado en la cama, pero disfrutaba del momento de ternura, ese momento en el que era protector y pervertidor a la vez, el placer de mirar a la cara esas niñas, con sus miedos y sus deseos que se funden en uno solo, él lo hacia por su placer, pero tambien era precabido en el cuerpo de ellas, su motivacion era mas sentimental que carnal, no tenia nada que ver con lo que sentia su pene cuando rompia un himen o entraba en un lugar completamente sin uso y con paredes firmes, era el egocentrismo de sentirse importante, el saber que iba a quedar para siempre en las mentes de esas mujeres como la mejor persona que las pudiera haber incursionado en el mundo sexual. Por supuesto, la tentacion era tan grande que dijo que sí.
Esa tarde en la plaza se encontraron, caminaron a la libreria lucia escuchaba sin interes lo que salia de la boca de Jeronimo ya que eran puras historias cotidianas sobre entrenar, sobre salir a bailar, sobre el colegio, los profesores que habian tenido en comun  y sus opiniones al respecto, todos los profesores que a él le parecian geniales a ella les parecian unos mediocres y los que el odiaba firmemente a lucia le causaban profunda admiracion, pobremente para causar impresion en lucia y pasion por el arte jeronimo  le mostro unos dibujos que cargaba en su mochila, a Lucia le parecieron espantosos, con una tecnica tan pobre y aburridos al maximo. Por compromiso dijo, "dibujas muy bien, deberias practicar más" aunque sabia que a jeronimo no le importaba en lo mas minimo dibujar mejor, su energia era descargada en conseguir mujeres de todo tipo y edades y de diferentes maneras para alimentar su hedonismo. Lucia miro a ese chico, sabia, que no era malo, de hecho, era muy bueno y amable, solo que no le interesaba en lo mas minimo lo que decia, solo queria sus manos sobre ella en alguna habitacion oscura y asegurarse de que no iba a desparamar por todo le colegio el chisme de que se acosto con ella, lo más dificil fue asegurarse de ello.
En dos o tres citas ya preparo el terreno, se aseguro en varias preguntas de que no sea un divulgador, por suerte no lo era, era lo suficientemente intelgente para saber que la confianza lo llevaria a lugares inimaginables, las chicas se sentirian seguras para tener sexo libremente con el si sabian que podia guardar secretos, podria tener sexo con novias de otros, con virgenes, con amigas del mismo grupo deberia convertirse en un experto en el tema del sexo, como lucia era una experta en copiar grandes artista, con la logica que daba cada trazo para que todo salga perfecto en lo que mas amaba que era pinta, el la utilizaba en cada palabra y cada seleccion para que todo salga perfecto en lo que mas amaba que era coger.
Y ahi en el cuarto de él, un viernes a las 2 de la tarde, mientras lucia en la fantasia estaba realizando un trabajo practico en casa de las amigas en la realidad estaba sacandose los zapatos y recostandose en la cama, Jeronimo se estaba acostando a su lado sacandose la camiseta, hasta las 7 pm la casa era solo para él, lucia podia gritar libremente si lo querria.
Un experto en el arte de darle confianza a una adolescente con curiosidad, le acariciaba el pelo, la cara, mirandola a los ojos, le pregunta - ¿Estas segura? Lucía responde sabiamente. - No hago nada de lo que no esté segura y estoy acá por algo. Ya sentía la sangre correr por sus venas fuertemente, esa no era una nena, su seguridad de mujer lo exitaba más que los miedos de niña que pudiera tener, iba a ser un trabajo facil. Lucía, seguia inerte, todavia no habia visto ni sentido nada y con un beso no lograba mojarse, necesitaba algo más real, no tenia miedo ni nervios, mas bien,se sentia un poco aburrida, no habia logrado exitarse como con esa pelicula, él le toma la mano y se la apoya en su pene, necesitaba que ella lo termine de llenar de sangre, el tamaño no le preocupaba tanto como la forma, habia estado mirando galerias de penes en internet, para que nada la sorprenda, la mayoria le habian desagradado, nada le aseguraba que éste podria ser de los mejores, de todas formas, no le interesaba mirar, queria exitarse  y tener algo a mano con que terminar esa tortura. No servía sentir su pene en la mano para exitarla, puso su mano bajo el pantalon, tampoco la ayudó, cansada de no sentir nada, le toma una mano a el y se la pone abajo de su pollera, se saca la remera el corpiño se vuelve a acostar y le apoya la cara en el pecho, él obedientemente le comienza a chupar los pezones con la otra mano le saca la ropa interior y con la pollera escolar puesta aun empieza a tocarla para mojarla, sabiá donde tocar y estaba logrando mojar a lucía, todo se trataba sobre ella y su cuerpo, todo se trataba sobre lucia y lo que queria, sumido ante ella con una exelente cordinacion le pasaba la lengua por los senos por la panza por el cuello, mientras la otra mano mojaba su vagina lo maximo posible, asi dolia menos su primera vez, lucia se entregó sin miedos, sin nervios y el cuerpo le respondió a la perfeccion sintio ese dolor en el interior de su vagina otra vez, que solo tenia la sensacion que podia calmar si se intrudicia algo hasta allí, tenia que obedecer ese dolor, calmarlo inmediatamente agarra un preservativo lo obliga a ponerselo, sorprende a jeronimo su desesperacion, pero él obedece, acostado en la cama terminando de ponerselo lucia, sin si quiera mirar su pene se abre de piernas arriba de el con su pollera, lo agarra y se lo arriba a su vulva baja lentamente al principio y en cuanto entra la punta baja con desesperacion para parar ese dolor con mucha fuerza y empuje entro sin problemas lucia grito, grito guturalmente su dolor su problema se solucionó y ahí en ese momento quedo tiesa, no habia acabado no habia sentido ni la mitad del placer que podia sentir pero sólo queria eso y hasta era lo que sabia hacer, Jeronimo con la boca abierta la miraba desde abajo sorprendido, se habia sentido reducido a un objeto, no tuvo que jugar el papel que tanto le gustaba jugar con las virgenes, solo en su imaginacion habia quedado la ilusion de la inseguridad y la ternura, en la realidad estaba adentro de una loca ! era lo que pensaba, alguna especie de sexopata, luego de unos segundos sabia lo que queria esa mujer, saca su pene rapida e inesperadamente cosa que a Lucia le fascinó, la tira sobre la cama se pone arriba de ella y vuelve a meter el pene de la misma manera que ella se lo metió, se empezo a mover lentamente, pero la mirada perdida de lucia le decia que no le generaba nada, empieza con mas fuerza, retirando todo el pene y volviendoselo a meter rapidamente, era como desvirgarla 100 veces, con fuerza y profundida lucia estaba conforme, pero no pensaba en acabar, no sabia siquiera que existia tal cosa, se conformaba con esa sensacion  y jeronimo, que si sabia de acabar en un momento se despreocupo de la sensacion de aquel otro cuerpo y se centro en el suyo y lo hizo con total desenfado. Cosa que a lucia no le intereso en lo más minimo, ya habia obtenido lo que queria y resulto ser bastante facil